lunes, 4 de marzo de 2013

S de Sofía.

Creo que en este momento,en esta etapa de mi vida,  ya no tengo tantos recuerdos feos de mi infancia.
He sufrido, si, porque los nenes chiquitos son duros cuando quieren, son malos y no piensan demasiado en lo que dicen. Me senti marginada muchas veces, pero siempre pensaba que ya iba a llegar el día en el que conociera a las personas adecuadas, a las personas que iban a hacer mi vida mucho mas linda, mas completa.
Cuando fui creciendo, fui aprendiendo de la vida, aprendí que no toda la gente es buena, que no todas las tardes son soleadas, que no todas las familias son perfectas, que no todos tenemos el corazón perfectamente armado, sin ataduras ni parches.

Creo que crecer significa eso, no? Caerse, aprender, y no volver a tropezar, aunque a veces la piedra aparezca varias veces en nuestro camino.
En casa no todo era perfecto, pero había momentos lindos, momentos perfectos, aunque la mayoría eran peleas, sobre todo por mi temprana rebeldía, y por todos los sentimientos encontrados que tenía dentro mío que descargaba con la última persona en el mundo con la cual debería haberlo hecho.

Ahora, después de varios años, entendí mis errores, y desde los años que tengo ahora puedo ver, todo lo que me he confundido, y lo que he hecho mal.
Hoy en día tengo a alguien que me ayuda en todo, que me acompaña y sabe que decirme en el momento justo. 
Sigo aprendiendo, sigo intentando, aunque con un poco mas de pereza, pero sigo.


Listo, tenía ganas de seguir escribiendo, lo que se pasaba por la mente.
Mucha gente nunca me aceptó, y poca gente si.
Esa gente sabe que soy especial, que tengo cambios de humor gigantes, que me porto mal a veces, que hago locuras, o hablo sin pensar, pero así soy, asi crecí y asi sigo creciendo.


Al final, sólo soy yo.