La historia de como conocí a esa persona a la que amo tanto, ya la resumí en otra entrada por ahí abajo, y no quiero dar mas detalles porque solamente los conocemos él y yo, y no pretendo hacerlo público.
Pero, con esta persona que apareció en mi vida, también aparecieron cuatro seres humanos geniales, de los cuales estoy orgullosa de haber conocido, porque con ellos se que también puedo contar (aunque todavía estamos en un cierto proceso, si se puede definir así, de conocernos), pero se, y estoy segurísima, que también puedo contar con ellos, y saber que están ahí para hacerme pasar momentos maravillosos o soportarme cuando estoy un poquito de malas.
Un amigo de mi mamá nos dijo un día, que la vida es una rueda, así de simple como suena. Un día te esta llevando por lo mas bajo, arrastrando todo, y a vos consigo misma, y al otro día te encontras en lo mas alto, disfrutando de lo bien que te está yendo.
Esos recuerdos no me los olvido mas, y se, que en cualquier lugar de la rueda en la que me encuentre, ellos van a estar ahí, porque ya estuvieron, y ya se que son fieles a mi, como lo son a nuestra relación.
Sino, que sería una persona sin seres queridos? Un ente, un ser que camina, que sobrevive, que hace las cosas en modo automático, una persona que no sabe lo que es sentir algo tan lindo como la amistad y el amor.
Gracias a ustedes, se que tengo algo porque seguir peleando, una razón para seguirme levantando todos los días, un motivo para salir, y ver el sol, y compartir días maravillosos y recuerdos inborrables.
Bueno, eso, me fui por las ramas, cuando en realidad quería escribir otra cosa.
Pero sirvió, porque ya les conté un poquito mas sobre mi historia.